A día de hoy, pensamos que somos una civilización muy desarrollada, lo cual es verdad en la mayoría de las situaciones si lo comparamos con nuestros antepasados. Pero, ¿cuánto nos queda por evolucionar, gracias al conocimiento y al uso de la tecnología?
Nikolái Kardashov propuso en 1964 una escala para medir el grado de evolución tecnológica de una civilización, llamada escala de Kardashov, que se basa en la cantidad de energía que una civilización es capaz de aprovechar.
Según esta clasificación, hay 3 tipos de civilizaciones:
Reactor de fusión nuclear
Unas de las principales características del tipo I es el uso de la fusión nuclear, de la energía renovable y de la antimateria.
Los pronósticos afirman que, al ritmo actual de desarrollo, alcanzaremos el tipo I en el siglo XXII o XXIII
-Civilización tipo II: Es capaz de aprovechar toda la energía que emite una estrella. Actualmente para los humanos, ésto es una locura, pues no llega con poner paneles solares en los techos de las casas, sino que para aprovechar la energía que emite nuestro sol de manera casi completa haría falta construir una esfera de Dyson, que vendría siendo algo parecido a la siguiente imagen:
Esfera de Dyson: Lo que se ve en la imagen es una estrella rodeada por una red de satélites en órbitas planetarias con un poder descomunal capaces de recolectar y redirigir la mayor parte de la energía de la estrella para aprovecharla. Esta hiperestructura necesitaría estar hecha de materiales que aún no se conocen, para resistir las condiciones a las que se enfrentarían y poder hacer bien su trabajo, por no hablar de la ingente cantidad de material que se necesitaría.
A parte de ese tipo de construcción, harían falta muchas otras cosas que aún no dominamos y que probablemente no dominemos en mucho tiempo.
Según Kardashov en 1964, los humanos alcanzarían el tipo II en 1.000 o 10.000 años.
-Civilización tipo III: Es capaz de aprovechar la energía de una galaxia entera. Como se puede suponer, esto es mucha energía. Tanta que, si queremos alcanzar este grado, deberíamos ser capaces de dominar agujeros negros supermasivos, agujeros blancos, quásares (que producen una luz equivalente a un millón de soles), y todo tipo de radiación que se produzca en la galaxia o en otras galaxias.
Agujero negro: Es una región del espacio donde una vez cruzado su límite, el horizonte de eventos, no se puede volver atrás, ni siquiera la luz puede, por eso se ve negro. Si la Tierra, conservando su masa, tuviese el tamaño de un haba, se formaría un pequeño agujero negro que, por ejemplo, si estuviese en tu bolsillo, se tragaría todo el sistema solar, pero con calma. Entender estos fenómenos es la clave para hallar la singularidad de nuestra idea del universo.
Si una civilización llegase a este rango como única en su clase, serían más o menos los reyes del universo. Por ejemplo, Bruno Mars es de civilización tipo V.
Si, por alguna razón, alguna civilización alcanzase a dominar toda la energía de todo el universo, se supone que sería tipo 4, inimaginable para nosotros. Aún así, si algunas teorías son ciertas, le quedarían infinitos universos por dominar. Y así constantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario