Bien es cierto que a día de hoy, en parte gracias a las redes sociales y al fácil acceso a estas desde casi cualquier parte, todo lo que entra en Internet, difícilmente vuelve a salir. A raíz de esto me resulta interesante como con pequeñas situaciones que todos podemos protagonizar, bien en un vídeo, imagen o un simple comentario, gente tremendamente ingeniosa y con gran sentido del humor es capaz de crear chistes o situaciones jocosas haciendo alusiones o referencias satíricas hacia algo o hacia alguien, dando lugar a una muestra de gran creatividad humana, los memes.
Si uno va más allá y lo analiza, es curioso ver su comportamiento en la red. Si el meme es muy malo, poco ocurrente o si simplemente no hace gracia, este raya lo que mucha gente llama "la fina capa". Esta es la fina línea subjetiva e intangible que separa todo lo bueno de lo que pasa a ser un chiste "de cuñado". Por otra parte si el meme es demasiado bueno y llega a mucha gente que lo utiliza abusivamente, este acaba por quemarse y perder toda la gracia. De un modo u otro algunos memes en concreto llegan a obtener tanta fama y pasan a lo que algunos denominan "Memeverso". Esto viene ser la red infinita de memes en constante expansión que sostiene el humor en internet y que son alusorios entre sí y adaptables a la mayoría de las situaciones cotidianas, de manera que podemos adaptarlos para nuestros pequeños chascarrillos personales.
También es curioso el fenómeno de la viralidad. El como determinados contenidos se hacen famosos de la noche a la mañana y todo el mundo pasa a conocerlos, hasta llegar el punto de que la propia viralidad ya es un reclamo sin importar el propio contenido.
En conclusión, el comportamiento de los memes y la viralidad podría ser un digno objeto de estudio en determinados campos para conocer el comportamiento de sociedades, los gustos de determinadas comunidades en forma de Big Data o incluso de la propia red.
Contigo PIPO
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