Aviso: este post da por sentado que has visto 'La naranja mecánica'.
La naranja mecánica (en inglés 'A clockwork orange') es el título por el que se conoce a la película de ciencia ficción dirigida por Stanley Kubrick en 1971, adaptación de la novela de Anthony Burgess del mismo nombre.
La película, ambientada en un futuro y en una sociedad 'distópica' (indeseable por naturaleza) nos cuenta la historia de Alex DeLarge, un joven apasionado por Beethoven, el sexo y la ultraviolencia, prácticas que realiza todas las noches en compañía de sus 'drugos', o amigos en jerga Nadsat (lenguaje ficticio característico de la película), hasta que una desafortunada noche, Alex es arrestado y condenado por asesinato, y enviado a prisión, donde se someterá a un tratamiento de rehabilitación (tratamiento Ludovico) que sólo le traerá problemas.
La intención de este pos, no obstante, no es la de resumir, la película o realizar una crítica sobre esta, si no que más bien voy a centrarme en los diversos mensajes que he conseguido captar al verla y plasmarlos aquí para dejar bien claro por qué la considero una de las mejores películas de la historia del cine, no sólo por su puesta en escena espectacular o con Ludvic Van Beethoven como banda sonora, un mundo muy bien construído, o por el hecho de tener a uno de los villanos mejor escritos como es el propio Alex DeLarge.
'La violencia sólo genera más violencia'
Un tema recurrente durante toda la película es la ultraviolencia, o actos vandálicos, agresiones y violaciones perpetradas por el joven Alex y sus drugos, pero si nos damos cuenta, todos y cada uno de los actos violentos que comete Alex vuelven hacia él como si de un boomerang se tratase y hay muchos ejemplos que apoyan lo que digo: la paliza al mendigo borracho que después le devuelve, el tajo en la mano de Alex a sus amigos tras lanzarlos al mar, que después se vengan golpeándole la cabeza con una botella de leche (provocando su detención al aturdirlo momentáneamente e impedirle huir de la policía) y casi ahogarlo en una pila de agua, y la brutal agresión al viejo escritor y la violación de su esposa que luego se suicidó, quien después se venga también de Alex obligándole a escuchar la novena sinfonía de Beethoven, que por efectos secundarios del tratamiento Ludovico, le provocan unas terribles ganas de vomitar y suicidarse, haciendo que salte por la ventana y casi morir por ello.
Yo creo que en este punto ha quedado clara mi postura y no veo necesario extenderme más
'El remedio a veces es peor que la propia enfermedad'
De esta manera es como mejor describiría al tratamiento Ludovico al que Alex se somete en prisión para curarse, voy a hacerte una pregunta a ti, querido lector: ¿De verdad consideras que este tratamiento es en serio una buena idea? ¿Tratar de suprimir la violencia del individuo a base de bombardearlo con más violencia, torturándole psicológicamente y dejándole gravísimas secuelas, capaz de provocarle incluso la propia muerte? Si esto ocurriese, ¿que nos diferenciaría de ellos, entonces? Hay muchas veces en las que el castigo o la reinserción es bastante más severo que el propio delito, y este tratamiento es la mejor prueba de ello.
Además, el final de la película demuestra que el tratamiento ni siquiera es efectivo a largo plazo.
'¿Qué es mejor, un hombre malvado y libre o un hombre bondadoso y esclavo?'
Esto no es ninguna locura mía, está pronunciado tal cuál en uno de los diálogos de la maldita película, y es que durante todo su transcurso, desde el tratamiento Ludovico, haciendo de lado si es mejor o peor que el propio delito de asesinato, se pone de manifiesto el dilema de si es mejor un hombre que posee la propia libertad para decidir sobre sus propias decisiones, sin tener en cuenta el que decida hacer el bien o el mal, o si es mejor un hombre prisionero de los demás que sólamente pueda ejercer el bien.
El problema radica en que si un hombre sólamente puede actuar dentro de una sola línea, no tiene conocimiento sobre lo que es el bien o el mal, ya que en mi opinión, debería tener constancia sobre los dos lados y decidir qué es lo mejor para él y para el resto de personas que lo rodean, y en base a esto, poder actuar
Lo resumiré de esta forma: no puedes llegar a saber cómo es realmente una moneda si no has visto antes sus dos caras.
'Sociedad distópica'
La película está ambientada en una sociedad indeseable, como dije antes, pero tengo mis razones para pensar que la sociedad retratada en 'La naranja mecánica' no es tan distinta a nuestra sociedad de hoy en día.
Pensadlo bien:
-Una sociedad en la que el arte se basa en representar cuerpos desnudos y genitales masculinos y femeninos, dándoles a estas obras carentes de belleza y mensaje precios astronómicos.
-Una sociedad en la que los gobiernos censuran y manipulan a todo aquel que contradiga sus ideas y tatar de sacar a la luz sus escándalos (esto me lleva al siguiente punto)
-Una sociedad donde la moda hace parecer a la gente como si fueran auténticos payasos.
-Una sociedad de policías corruptos.
-Una sociedad en la que los padres descuidan totalmente a sus hijos
¿De verdad me estás diciendo que una sociedad cómo esta es TAN distinta a nuestra sociedad actual?
Y por último pero no menos importante:
'El gobierno'
Metámonos en la política del gobierno que rige la sociedad de 'La naranja mecánica', un gobierno corrupto sin escrúpulos encargado de silenciar a todas las voces que hablen en contra de ellos cómo le ocurrió al escritor tachándoles de locos y paranoicos, creyendo que lo que ellos hacen es lo mejor para la sociedad y nada más lejos de la verdad, diría que aún la empodrece más, que se olvida de los grupos marginales apartándoles del mundo completamente y que para tratar de enmendar sus errores, lo mejor que se les ocurre hacer es sobornar y comprar a las víctimas de dichos errores, como le ocurre al propio Alex.
Es por toda esta gran cantidad de mensajes que pude sacar en la película, por las que considero a 'La naranja mecánica' una obra maestra. No esperaba menos del genial Stanley Kubrick
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