¿Cuál es tu vocación?, ¿Qué carrera profesional escoger?, ¿Qué estás llamado a hacer?
Hay muchas formas de decirlo pero, al fin y al cabo, el problema viene siendo el mismo: ¿qué camino escoger?
A nuestra edad es una pregunta muy frecuente a la que algunas personas encuentran la respuesta clara y otras, muy indecisas, no.
Elegir un camino da miedo pero, nada es permanente. Tus preferencias cambian y tus dudas desaparecen a la par que nacen otras; lo que hoy te puede parecer tu vocación, mañana ya no lo es, o ya no es como solía serlo.
Para tomar estas decisiones puedes tener en cuenta lo que otras personas han vivido o también pensar en lo que tú quieres y no en lo que otros esperan de ti. En cualquier caso, si uno tiene tiempo, se deberían probar las cosas sin miedo. Para llegar a un mínimo para saber cuál es tu vocación, puedes hacerte una serie de preguntas como: ¿qué cosas me gustan?, ¿qué cosas hago bien?, ¿dónde me veo en 5 o 6 años? o ¿ hay demanda suficiente (de lo que tangas en mente)?
Cualquiera de estas preguntas o dudas, deberían concluir en más o menos alguna respuesta y si por un casual no fuera así, tranquilo, llega un momento en el que todos nos decantamos por una de las infinitas opciones.
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