"Mamá quiero ser youtuber" es una frase que no hace mucho tiempo nos sonaría a chino pero que hoy en día es muy habitual entre jóvenes y niños. Dicho así parece muy fácil; tan fácil como ponerse delante de una cámara, contar lo que quieras, subirlo a la plataforma y sentarse a esperar a que lleguen las visitas y como consecuencia, el dinero. El "coser y cantar" del siglo XXI
En 2017, los youtubers generaron 127 millones de dólares (más de 105 millones de euros), un 80% más que en 2016 según datos de YouTube.
La primera señal de que Youtube puede estar llegando a su fin fue en 2016, cuando Youtube cambió la política de pago a los "youtubers". También se endurecieron los mínimos para conseguir ingresos: de 10.000 visitas para arriba.
A pesar de las creencias, en España sólo un 14% de los youtubers viven exlusivamente de Youtube y el 86% restante tiene que compaginarlo con otros trabajos.
¿Seguirá existiendo Youtube dentro de unos años? El tiempo lo dirá
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