¿Por qué cada vez leemos menos?

Es algo que nunca entenderé. No sé si se debe a que nos hayan obligado durante muchos años a leer libros para nada acordes a nuestros gustos, a la falta de tiempo provocada por la necesidad de horas de estudio o simplemente porque, aunque no lo entienda, la mayoría de adolescentes prefieren pasar sus ratos libres enganchados a una pantalla.
El caso es que los libros son una forma de entretenimiento 'en peligro de extinción', algo que para nada merecen.
Tú, si tú, que estás leyendo esto y estás pensando que estoy loca, probablemente nunca te has dejado llevar por la emoción que provoca un libro.
Simplemente el olor que desprenden los libros nuevos consigue ponerme de buen humor. Abrirlo y empezar las primeras páginas ya es algo mágico: ahí delante tienes la presentación de la realidad que vivirás mientras tengas ese libro entre tus manos. No sé, piénsalo: puedes ser una chica tímida, nerviosa por su primer día en la universidad. Tal vez un músico que aspira a alcanzar la fama, un hombre que lleva viajando toda su vida, la campeona mundial de tu deporte, un explorador en una de sus múltiples aventuras. Un chico que siente la necesidad de compartir como se siente, una chica que ve en la escritura una forma de evasión. Puedes estar viviendo en el ahora, pero en una ciudad totalmente distinta a la tuya, o en un pasado remoto, o tal vez en un futuro incierto. Puedes ser, sentir, imaginar tantas cosas leyendo un libro que, a no ser que lo hagas, no puedes ni imaginarlo.
Nunca sabrás lo que se siente cuando terminas un libro que te ha encantado si ni siquiera te lees los tres primeros capítulos. Ese vacío que sientes durante los 10 minutos siguientes a terminarlo mezclado con la felicidad de saber como termina. Créeme que es imposible experimentar una sensación tan contradictoria.
Además, es una manera de desconectar. De tu hermana pequeña, de tu madre que no te entiende, de ese examen que tienes mañana para el que llevas una semana preparándote, de esa pelea con tu mejor amigo... Intentar meterte en la piel de otra persona también te ayuda a ti.
Por eso, lee. Si crees que no te gusta hacerlo porque 'una vez en lengua no fui capaz de terminar el libro de lo aburrido que era', intenta escoger algo que realmente te llame la atención. Tienes un abanico enorme de diferentes géneros que pueden encantarte. Así que, inténtalo de nuevo, que no te vas a arrepentir